Cualquiera que haya vivido
en mi casa dos días lo sabe: siempre fui amante de las droguerías, frasquitos
por acá, pastillas por allá, ácido ascórbico, minerales, plantas medicinales, y
demás yuyos. Un botiquín completo, desde globulitos hasta Ketrolac, marcas
conocidas y nombres ancestrales. Estudiosa yo, de las propiedades, de los
efectos y adepta a cualquier tipo de experimento.
Y tenía siempre la duda
existencial, ¿cuál funciona? ¿La medicina que trabaja por compensación
(alopática: te da lo que te falta, como la medicina tradicional o la
ayurvédica) o la que trabaja por espejo (homeopática: te suministra la misma
enfermedad para equilibrarla)?.
Hasta que me choqué con la
Nueva Medicina del Dr Hamer y luego con la Biodescodificación y la Biología
total. Y comprendí como funciona realmente el cuerpo y la
enfermedad.
Todos los procesos
biológicos en toda la naturaleza y todas las especies, están basados en dos
movimientos que alternados logran el equilibrio (polaridad). Por ejemplo: el día
y la noche, el frio y el calor, la tierra y el cielo, la acción y la recepción,
el yin y el yang, el sueño y la vigilia. También la enfermedad tiene dos fases,
toda enfermedad tiene su fase fría y su fase caliente, o su fase "diurna y
nocturna" o llamado por su nombre la fase Simpaticotónica y Vagotónica. En
Simpaticotonía el cuerpo está dominado por el sistema Orto-Simpático, la
medicina lo reconoce como un sistema de urgencia, que ante el estrés de alguna
situación paraliza la digestión, la libido y demás funciones mientras que
aumenta otras para preparar al cuerpo en el ataque o la huída. Durante la fase
de vagotonía el sistema parasimpático, o vago se encarga de la recuperación,
tanto de la enfermedad como de la acción del día, permite el descanso y la
distención.
Toda enfermedad se activa
por un conflicto biológico, algo que generó Estrés. A partir de ese estrés, que
nos pone en estado de alerta y puede venir acompañado de insomnio, falta de
apetito, frio y aceleración(todas ayudas biológicas para que encontremos la
solución a nuestro problema), surge la enfermedad. Y justo cuando encontramos la
solución real, o metafórica, el cuerpo entra en fase de reparación, llamada fase
de vagotonía donde aparecen los síntomas. Y he aquí la primera revelación:
notamos que estamos enfermos justo cuando empezamos a curarnos. Entonces aparece
el dolor, la inflamación, la infección, el sueño, el cansancio, la fiebre...
todos síntomas de reparación.
Nos sentiremos bien cuando
estemos en "normotonía" osea cuando estamos equilibrados entre el sistema
vagotónico y el simpaticotónico.
Cuando tengo un síntoma y
quiero atenuarlo ¿Que puedo hacer? darle su opuesto o intensificarlo. Si estoy
en vagotonía y tomo un simpaticotónico (aspirina, antiinflamatorio, corticoide,
quimio, vitamina c o cualquier estimulante, incluso el café) logro neutralizar
los síntomas. La paradoja es que no permito al cuerpo concluir su proceso de
reparación sino lo dejo completar esa etapa de protagonismo del nervio Vago. Si
con el mismo síntoma utilizo homeopatía intensifico la vagotonía pero hago que
el proceso de reparación se acelere y paso más rápidamente a la normotonía.
También aquí está la paradoja de si realmente tiene sentido soportar todos los
síntomas en su totalidad, y también si no tiene un efecto nocivo para el cuerpo
acelerar un proceso natural ¿Qué pasaría si pudiéramos atenuar, neutralizar
profundizar o acelerar la noche?
Y claro, si tengo una
gastroenteritis, estoy en vagotonía, cualquier estimulante me a hacer sentir
mejor, aunque su efecto no sea específicamente sobre el órgano que quiero
tratar, puedo tomar altas dosis de Vitamina C o un antihistamínico. Y si estoy
muy nervioso, alterado y con insomnio cualquier vagotónico, como el alcohol o
las plantas con propiedades sedativas va a hacer efecto sobre el síntoma. Y Si
queremos neutralizar una mastitis o una bajada de leche necesitamos de las
compresas frías y hay que olvidarse de las calientes.
Lo interesante está en
mirar más allá del síntoma, todo el proceso biológico y respetar cada una de sus
fases para no tener
recaídas.
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